Me encontraba solo en la vida, casi sin motivos para vivir. Lo intentaba con el arte y pensaba que a lo mejor podría salvarme. En mi desesperación voló toda esperanza, hasta que no quedó nada de mí. Nada más que decir. Y en esta pesadilla, tuve un sueño sobre una chica. Preciosa, sin parangón. La chica de mis sueños. Maravillosa. Tan preciosa.
Me quedé con sus botas. Fue hace tiempo, en mis sueños idealistas. En tantas canciones.
Laurie.
Sí.
Ella fue mi fuente de inspiración. Entonces supe que yo era un artista.
The devil and Daniel Johnston
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