
Él la amaba. Se cortó el brazo (el bueno), y se lo envió con una caja de bombones. Ella comió el chocolate y vio la televisión. Él le voló los sesos, los recogió, los volvió a introducir en su cabeza, hizo el desayuno, comió, y lo intentó de nuevo con un vigor renovado y un entusiasmo no visto por muchos.
DO IT