Comienza nuestra década.
jueves, 31 de diciembre de 2009
miércoles, 30 de diciembre de 2009
si no me mereces
no te merezco
y fin
lluvia, alcohol, saliva
demasiado amor
demasiados
"nunca"
diciembre agoniza
tú y yo
continuamos
sólo se necesita
el mismo oxígeno
para respirar
si me quieres
si me necesitas
yo te quiero y te necesito
concluyamos aquí
domingo, 27 de diciembre de 2009
sábado, 26 de diciembre de 2009
jueves, 24 de diciembre de 2009
miércoles, 23 de diciembre de 2009
martes, 22 de diciembre de 2009
God save our souls
lunes, 21 de diciembre de 2009
domingo, 20 de diciembre de 2009
instrucciones de uso
nadie enseñó a nadie
lo que estaba por venir
nadie aprendió
cómo se supone que se debe actuar
y nadie conoce
nunca
la verdad acerca de nada;
pero en realidad a nadie le importa
nos movemos por un ímpetu
una histeria
una manía persecutoria
un sentimiento
que nos conduce hacia la salvación.
nadie lo sabe
o quizás sí
(photo by John Vachon)
sábado, 19 de diciembre de 2009
viernes, 18 de diciembre de 2009
Christmas is here!
hoy no había nieve.
por más que busqué no estaba
y me pasé la mañana entre suciedad.
no hay fotos del frío
ni de la lluvia ni del blanco diluído
pero sabemos que estamos en diciembre
y yo sé que es todo lo que necesito.
(Photos by Loomis Dean)
jueves, 17 de diciembre de 2009
estereotipos plastificados
una canción
diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa
(más más más más más más más más)
miércoles, 16 de diciembre de 2009
domingo, 13 de diciembre de 2009
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Donnadieu, Marguerite
La historia de mi vida no existe. Eso no existe. Nunca hay centro. Ni camino, ni línea. Hay vastos pasajes donde se insinúa que alguien hubo, no es cierto, no hubo nadie. Ya he escrito, más o menos, la historia de una reducida parte de mi juventud, en fin, quiero decir que la he dejado entrever, me refiero precisamente a ésta, la de la travesía del río. Con anterioridad he hablado de los períodos claros, de los que estaban clarificados. Aquí hablo de los períodos ocultos de eas misma juventud, de ciertos hechos, ciertos sentimientos, ciertos sucesos. Empecé a escribir en un medio que predisponía exageradamente al pudor. Escribir para ellos aún era un acto moral. Escribir, ahora, se diría que la mayor parte de las veces ya no es nada. A veces sé eso: que desde el momento en que no es, confundiendo las cosas, ir en pos de la vanidad y el viento, escribir no es nada. Que desde el momento en que no es, cada vez, confundiendo las cosas en una sola incalificable por esencia, escribir no es más que publicidad. Pero por lo general no opino, sé que todos los campos están abiertos, que no surgirá ningún obstáculo, que lo escrito ya no sabrá dónde meterse para esconderse, hacerse, leerse, que su inconveniencia fundamental ya no será respetada, pero no lo pienso de antemano.
(Fragmento de El Amante, 1984)
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